domingo, 24 de enero de 2016

Un buen sitio para comer calçots en Madrid - el restaurante Huerta Casa Ricardo

¡Hola! Ayer estuve en un restaurante en Madrid comiendo calçots, y me gustó tantísimo que hoy os hablo de él.

Para los que no lo conozcáis: los calçots son una variedad de cebolla de final de invierno, con sabor entre puerro y cebolleta, que se asan a la brasa y se comen con las manos, tras quitar la capa más externa, mojados en salsa romesco o salvitxada.
Calçots y salsa para calçots. La foto la hice en el supermercado al lado de mi casa
 En Hoyo de Manzanares hay un sitio muy conocido para tomar calçots en temporada. Estuve una vez, pero no me entusiasmó.

Me gustó mucho más el restaurante Huerta Casa Ricardo, que es del que os voy a hablar ahora, y en el que estuve comiendo ayer con unos amigos.

Fachada del retaurante Huerta Casa Ricardo

Está en la Avenida Ciudad de Barcelona 5, aunque se entra por la esquina, en la C/Julián Gayarre, el metro más cercano es Menéndez Pelayo. O sea, que está también cerca de la estación de Atocha.

El restaurante es muy pequeño, por lo que os recomiendo reservar.


La carta.-

Os pongo fotos de la carta, para que os hagáis una idea de lo que tienen y de los precios. Como veréis, en muchos platos puedes elegir pedir sólo media ración, lo que está muy bien, porque son bastante generosas:
Los entrantes del menú
Más platos para compartir

Los arroces

Platos de pescado
Algún plato más de mar, y platos de carne

Más platos de carne, y aviso de que cobran 1,60€ por pan y cubierto
¡Y la carta de postres!

Lo que pedimos.-

Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis las fotos de lo que comimos.

Quiero destacar que está todo muy bien guisado, te lo traen calentito, recién hecho y en su punto a la mesa. Y se nota que la materia prima que usan es fresca y de muy buena calidad:
Las aceitunas que nos pusieron mientras elegíamos los platos de la carta
El pan tumaca, de hogaza de pan de pueblo

La ración entera de de escalivada, a 9€ Rica, rica, y con aceite de oliva del bueno

Junto con los caracoles, trajeron un plato de salsa alioli con un punto picante riquísima
La ración de caracoles, a 20€

Justo antes que los caracoles, nos trajeron un plato con palillos para comer los caracoles, paquetes de servilletas húmedas (para limpiarnos las manos después de comer los calçots), y baberos desechables para no pringarnos con la salsa de los calçots.
Las servilletas húmedas, baberos y palillos

El babero es desechable y con una goma para sujetarlo alrededor del cuello. Se mantiene bien en su sitio sin arrugarse.
El babero, en la foto está doblado por la mitad
¡Y por fin la calçotada! Cada ración venía en una teja para mantener el calor, y al lado un plato de barro cocido con una gran cantidad de salsa.

¡Los calçots! cada ración a 18€; en cada teja va una ración

Luego pedimos un plato principal para cada uno.

El arroz meloso con atún y gamba roja lo trajeron en una olla, para que las dos personas que lo habían pedido se lo sirvieran en la cantidad que quisieran.
El arroz meloso con atún y gamba roja  A 18€ por persona, mínimo 2 personas

Y aún quedó bastante después de haberse servido 2 platos, daba casi para una tercera ración:
Lo que sobró en el puchero

Como os decía antes, las raciones son muy generosas, así que fuimos varios los que pedimos media ración:
Ración entera de chuletas


Media ración de bacalao con tomate

Yo pedí media ración de longaniza con judías. La longaniza riquísima y recién frita, las judías también fritas y crujientes, en su punto, no estaban nada grasosas:
Media ración de lonzaniza con judías

Y otro comensal que se pidió la ración entera, para que comparéis las cantidades:
Y la ración entera de longaniza con judías

 El que parecía el dueño del restaurante, un hombre agradable de pelo cano y hablar pausado con acento catalán, nos recomendó este vino Priorat. Y no sabéis lo fácil que entraba, estaba riquísimo:

El vino Priorat que pedimos

¡Y llegamos a los postres! aunque estábamos llenísimos, qué menos que terminar con algo dulce. 

Las raciones de los postres son igual de generosas que las de la comida,  así que no descartéis compartir:
Helado de vainilla

 La copa de sorbete era bien grande y estaba muy rica:
Sorbete al cava

Yo me pedí esta crema catalana, con su azúcar tostado por encima. Se notaba que era casera, y bien buena:
Mi crema catalana


¿Vale la pena ir?.-

Sí, a mí me parece un sitio estupendo.

Las calçotadas auténticas se toman normalmente en masías, al aire libre y en plan campestre.

En cambio este restaurante está en el centro de la ciudad. Pero la calidad de la comida bien vale que hagáis una visita; además que está en un sitio bien comunicado, por lo que podéis ir en transporte público, y luego dar un paseo por el Retiro al terminar la comida.

Una de las mejores cosas de este sitio (aparte de la buena calidad, claro), es que no tienen menús cerrados. En otros restaurantes de Madrid en los que ponen calçots, tienen menú cerrado de calçotada, en torno a los 40€.

En cambio, en Huerta Casa Ricardo, puedes elegir cada plato, y en media ración si prefieres no comer tanto.

Otra cosa buena es que puedes pedir los calçots en la barra de la entrada para tomarlos allí, si no quieres reservar mesa en el restaurante.

En cuanto al precio... nosotros nos vinimos arriba pidiendo, y nos pasamos.  Además de sobrar mucha comida (mal por nuestra parte, lo sé),  luego repercutió en el precio. Pagamos 41€ cada uno, incluyendo agua mineral, vino, cervezas, cafés y chupitos. Pero vamos, que pidiendo algo menos, os saldrá por unos 25-30€.

El dueño nos dijo que sirven calçots entre octubre y mayo aproximadamente, así que aún estáis a tiempo de reservar.

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